Exposición de esculturas en el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora (Almería) Sala la Tercia en Mayo de 2011.
Título de la Exposición: ALEGORÍAS MUSICALES
Textos de las obras: David Fernández Villarroel - escritor
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ALEGORÍA MUSICAL
Gres,
hierro y madera
¿Se
despiden? ¿Se abrazan? La encrucijada de la separación o el lugar del encuentro. El lenguaje de la música y el
de la vida es el mismo, al fin y al cabo. De los encuentros saltan esas chispas
luminosas que nos acercan a las estrellas. De los adioses manan esos rumores de
tristeza que nos obligan a buscar el manto amigo de las noches. Unas y otros
están presentes en ese gesto de despedida o de abrazo, de atracción o de
apartamiento. Mientras se resuelve la indecisión, ¿por qué no detenernos a
escuchar el sonido de los labios, el de las manos, el de los ojos?
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ALEGORÍA MUSICAL
Cerámica
de gres, hierro y madera
Por
separado, lo incompleto; juntas, la plenitud. Una sola, la ausencia; las dos,
el reencuentro. Aisladas, se necesitan; separadas, se reclaman. Unidas, forman
la esfera, el círculo, lo perfecto. En una sola, forman parte de un compás,
vibran, estallan, suben con las voces, se apagan con el silencio. Son quietud y
movimiento, son ritmo, sonoridad, armonía…
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ALEGORÍA MUSICAL
Concierto para una vida
Madera
de palisandro, acero y madera de cerezo
El
sonido sube de la tierra, se hace vida en el espacio y es música en el aire. La
música de la luz del aire.
El
sonido, como la vida, no avanza nunca en línea recta: esquiva las esquinas,
forcejea con los contratiempos, se pliega a las corrientes del aire, es sinuoso
y amigo del vaivén.
La
música, que es vida porque siente y hace sentir, tiembla por entre las láminas,
cuenta los peldaños de la escala de madera, se detiene un momento en cada
recodo, se asoma a la luz, vuela con el aire, vuelve de nuevo, se encoge, se
estira…..
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ALEGORÍA MUSICAL
Concierto para una vida
Madera
de castaño y acero
Es
ahora la luz la que trae el sonido. Lo ha encontrado en el aire más alto y por
la atmósfera abajo lo ha guiado hasta los ojos abiertos de la madera. Son ojos
que miran, y son ventanas que se abren, y son brazos que aguardan. Son también
descanso.
Y
el sonido así descansado vuelve convertido en música, y la música que se hizo
en el aire se desliza despacio por una escala con forma de cauce de río o lomo
de colina, vibrando en cada tecla antes de tocar la tierra donde nació: el
silencio
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ALEGORÍA MUSICAL
Madera, resina sintética y
acero
La
música está en los colores. Es azul en el cielo y en el mar, en los días azules de la infancia, en los
planes azules para una mañana, en todas esas pequeñas cosas con que vamos
entreteniendo el tiempo. Es roja en los atardeceres y en los sembrados de
abril, en los andamios de la adolescencia, en los asuntos del corazón y de las
agendas más secretas. Es amarilla como los años que se fueron, como las cartas
de amor y como todos los caminos, los que ya anduvimos y los que nos quedan por
andar. La música está en todas estas láminas
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ALEGORÍA MUSICAL
Gres,
hierro y madera
Redondel
de guitarra, tubos de trompeta... Conductos por donde circulan caravanas de
sonidos y rebaños de silencio. La música
que todo lo envuelve y entra por los
ojos y en las cuevas y en los túneles. La música que crece y se extiende; la
música que prefigura el grito y la
llamada. La música que ciñe y aísla; la música que predispone al
ensimismamiento y el arrobo.
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ALEGORÍA MUSICAL
No le dejan cantar
Mármol
y acero
Tiene
la mirada de los tristes, de los desvalidos, de los asustados. Hay en ese ojo
que nos mira un signo grande de interrogación, un punto negro de reproche, una
llama oscura de recelo. Es el gesto del que se siente perseguido sin saber por
qué, del que se ve acorralado, del que prefiere esconder el miedo para no
enseñas las lágrimas.
El
rostro entero alberga la indefensión, la desconfianza, el desamparo.
A
pedradas le han herido el pensamiento, de la fuente de un ojo brotó un río de
lágrimas del que solo queda un cauce seco, a un lado de la barbilla le nace un
camino o arroyo que viaja cuello abajo o a ninguna parte...
Y
la respiración represada bajo esos dos signos de la nada, los labios cosidos
con barrotes, las palabras selladas, la música ahogada, encarcelada,
prohibida....
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ALEGORÍA MUSICAL
Madera
de manzano y hierro
Con
el alma quieta o a los pies caída, con el pensamiento alto o por el barro, con
la casa sosegada o en algarabía; con el corazón en una mano y la frente en la
otra; con la habitación encendida o el pasillo en tinieblas; mirando sin mirar
o con los ojos puestos en otra parte; en un día sin ventanas o en una tarde
puesta a secar al sol; en los momentos de vivir encogido o en lo de volar en
castillos por el aire; en silencio o entre el bullicio; a solas o en
muchedumbre...: la música
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